10.11.15

El pez rojo


Yo nunca vi que una llama
se apagara en el agua.

El pez rojo de mi estanque
Se queda, a veces, en calma,
Soñando yo no sé qué
Sueños de musgos y algas.

Otras veces corre, cruza,
navajazo, puñalada,
y, al pararse, es una herida en el agua.

y entre cristales, la herida
Sangra, sangra, sangra, sangra.

El pez rojo es como el frágil
corazoncito del agua,
que, por arterias de vidrio,
vibra, late y se derrama.

Y es mi estanque, ¡tan verde!,
él, ¡tan rojo!, ¡viva llama!
como un rubí palpitando
en una grande esmeralda

Manuel Benítez Carrasco (poeta granadino)

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